En un encuentro realizado en el pabellón del IICA en la Agrizone de la COP30, PROCISUR presentó el proyecto GANASUR, iniciativa que busca generar evidencia y herramientas para avanzar hacia sistemas ganaderos más eficientes y con menores emisiones en el Cono Sur.
La ganadería es un pilar de las economías y de la seguridad alimentaria en América Latina. Representa cerca del 46% del PIB agrícola de la región y aporta alrededor del 35% de las exportaciones mundiales de carne bovina, además de ser fuente de ingresos para millones de productores, en su mayoría de pequeña escala.
Con este contexto, PROCISUR presentó en la COP30 los avances y resultados esperados del proyecto GANASUR, cofinanciado por la Iniciativa de Agricultura Climáticamente Inteligente del Gobierno de Nueva Zelanda, como parte de su contribución a la Alianza Global de Investigación sobre Gases de Efecto Invernadero en la Agricultura (GRA) y por PROCISUR. Está orientado a determinar los beneficios productivos, ambientales y económicos, asociados a la implementación de estrategias de mitigación de gases efecto invernadero para los sistemas ganaderos del Cono Sur.
El encuentro, moderado por nuestra secretaria ejecutiva, Cecilia Gianoni, contó con una presentación técnica inicial por parte del coordinador regional del Proyecto GANASUR, Ignacio Beltrán. Posteriormente, en un panel de directivos y representantes del IICA y de los institutos de investigación agropecuaria de la región presentes se comentaron e hicieron aportes generando un rico intercambio. Inició, en representación de Silvia Massruhá, presidenta de EMBRAPA y de PROCISUR, Marco Bomfim, jefe general de Embrapa Maranhão. Seguidamente, el presidente de INIA Uruguay, Miguel Sierra; el subdirector general del IICA, Lloyd Day; el director general electo del IICA, Muhammad Ibrahim.

Los detalles del proyecto se presentaron en el marco de las iniciativas priorizadas de PROCISUR para su línea estratégica de Cambio Climático. Ignacio Beltrán brindó detalles de los componentes, objetivos y estado de avance hasta la fecha, así como la importancia de los resultados a alcanzar tanto para el sector ganadero del Cono Sur, como para los tomadores de decisión.
Marco Bomfim planteó el creciente desafío presente de continuar produciendo alimentos, aumentando la producción y la productividad “conservando y preservando los recursos naturales y la sostenibilidad para las generaciones futuras”. En este sentido, aseguró que resultan claves los datos para demostrar que la ganadería es capaz de ser parte de la solución para la crisis climática. Regionalmente, se refirió al trabajo conjunto como el que plantea GANASUR fortaleciendo la capacidad de “compartir una proyección de futuro y una base de datos sólida para demostrarle al mundo la capacidad de producir carne con neutralidad de emisiones.”
Miguel Sierra calificó al proyecto de “emblemático”. Destacó la capacidad de la iniciativa para posicionar la región con evidencia científica en un tema de agenda crucial, como las emisiones de ganadería, identificando las diferentes realidades productivas en la región, analizando la efectividad y priorizando las estrategias de mitigación a través de herramientas como el manejo de alimentación y aditivos, y la genética, entre otros. En este sentido, se refirió a la enorme capacidad de los INIA en la región para poder hacer experimentos en campo, y a cómo la cooperación regional “agiliza procesos, nos permiten configurar escenarios y a partir de ahí diseñar política pública”. Finalmente, como práctica de cooperación regional, valoró especialmente la alianza con Nueva Zelanda, y la posibilidad de captar conjuntamente fondos internacionales de forma solidaria y competitiva.
El subdirector general del IICA, Lloyd Day, afirmó que GANASUR “no solo es clave para la región, sino para el resto de las Américas y también para la seguridad alimentaria del mundo, en términos de proteína de alta calidad”. Recordó en su intervención que una gran parte de la producción ganadera de Latinoamérica proviene de la pequeña producción, lo que exige soluciones inclusivas para todos los segmentos productivos. Vinculó el proyecto como un componente clave de acción para la plataforma de ganadería sostenible IICA/BID en la cual se ha generado mucho conocimiento sobre lo que está sucediendo en América del Sur. Finalmente, destacó las resoluciones tomadas durante la última JIA de noviembre respecto a la ganadería, que incluyen el compromiso con la continua implementación de prácticas de producción basadas en ciencia, y en esto valoró como clave el papel de los INIA y del PROCISUR, así como de otros mecanismos.

El Director General electo del IICA, Muhammad Ibrahim, planteó que la preocupación por una ganadería competitiva, productiva y amigable con el medio ambiente viene desde hace más de dos décadas y desde este análisis destacó la importancia y solidez de la iniciativa GANASUR. En su contribución puso el foco en la importancia de la evidencia científica y la modelización para diseñar estrategias de mitigación realistas, adaptadas a las distintas condiciones agroecológicas y productivas. Subrayó la necesidad de que los conocimientos y datos que se generan en este proyecto alimenten las ecuaciones y las métricas del IPCC y se avance en factores de emisión específicos por país para que los inventarios de emisiones reflejen de manera más precisa la realidad de los diferentes sistemas ganaderos de la región. Valoró el uso de las curvas MACC para demostrar el impacto de las estrategias, donde se han identificado desbalances entre los beneficios económicos y ambientales, por lo que es importante conocer cuáles son los incentivos para el escalamiento y la adopción de estas estrategias. Al cierre de su intervención mencionó la relevancia de considerar el equilibrio entre la eficiencia individual (menor intensidad de emisiones) y el volumen total, respecto al tamaño del rodeo.
Al respecto, Ignacio Beltrán remarcó que GANASUR está trabajando simultáneamente con dos perspectivas: la intensidad de emisiones (por kilo de producto) y las emisiones netas. “Una reducción en la intensidad no siempre se traduce en una baja de las emisiones totales —explicó—, por lo que es fundamental considerar ambas métricas al momento de definir metas y políticas”.
A lo largo del diálogo todas las personas participantes destacaron que la adopción de prácticas de mitigación requiere no solo conocimiento técnico, sino también incentivos y financiamiento adecuados. Se mencionaron experiencias de pagos por servicios ambientales, esquemas de crédito con garantías y seguros paramétricos, así como iniciativas público–privadas que articulan protocolos de carne de bajo carbono e integración entre producción animal y forestal.
Cerrando el encuentro, Cecilia Gianoni subrayó que GANASUR se alinea con la agenda global de ganadería sostenible y refuerza el compromiso del Programa y de los institutos de la región en generar información y conocimiento basado en ciencia, así como también con la agricultura familiar. El proyecto aspira a contribuir con recomendaciones técnicas y de política que permitan escalar prácticas de mitigación costo-efectivas entre productores de distintas escalas y fortalecer la posición del Cono Sur como proveedor responsable de alimentos en un contexto de cambio climático.